¿Quién fue Ángelo de Sousa?
Ángel de Sousa fue uno de los protagonistas del arte portugués contemporáneo. El artista portugués nació el 2 de febrero de 1938 en Maputo (Mozambique) y se hizo conocido por experimentar continuamente con nuevas técnicas en sus obras. Ya que, escultor, pintor, pedagogo y dibujante, Ángel de Sousa es visto como un estudioso del color y la luz que exploró el minimalismo de manera radical. Obtenga más información sobre el artista portugués aquí.
Color y formalismo en la pintura de Ângelo de Sousa
Inició su práctica artística con la pintura, habiendo declarado que su descubrimiento de la pintura había sido, como relata Klee: "El color me lleva". Por elección, siempre se mantuvo al margen de las polémicas y debates neorrealistas sobre la figuración y la abstracción. Se interesó antes, por reflexiones motivadas, por el grabado oriental, las artes primitivas y exóticas y el Art Brut, el Expresionismo, por artistas como Klee y Kandinsky y por movimientos como Color Field, Post Painterly Abstraction, Op y Pop Art.
Estas influencias son visibles en su pintura, en la que el gesto colorido da paso, a partir de los años 70, a grandes planos cromáticos, generando juegos geométricos, o formando espacialidades ambiguas. El color y el formalismo, que parecen nacer orgánicamente a través del movimiento de la línea, son elementos llamativos de su proceso creativo, que se sitúa en un ámbito minimalista y se extiende a la escultura. Las pinturas abstractas –otra vez complejas en 1967, se acercan a artistas como Sol LeWitt, por el despliegue de aviones, lejos de la sequedad monocromática. En efecto, la pintura Ángel de Sousa, aun cuando parece tener un solo color, es el resultado de un complejo tejido de texturas, en el que un profundo conocimiento de los mecanismos y procesos perceptivos del color ayuda a definir planos que se articulan en pliegues y quiebres.
Escultura: la faceta menos conocida
A pesar de ser la faceta menos conocida de la obra de Ángel de Sousa, la escultura asumió un papel decisivo en su práctica artística, que se desarrolló junto con el dibujo y la pintura. Molder subraya esta relación: «Esta totalidad enunciada resulta en una especie de evidencia de que el dibujo es todo y está en todo y que, al mismo tiempo, la escultura es la forma de su continuación, como un espacio más allá de las dos dimensiones». Y añade: «Como en todos los ámbitos de la obra de Ángel de Sousa la experimentación siempre ha sido lo primero y las obras te dejan adivinar. Tomar materiales y tratar de aprehender sus cualidades, sus propiedades e incluso sus limitaciones son operaciones que toda su obra explicita.» Según Nuno Faria: «Hay, en la obra de Ângelo, un predominio de la experimentalidad, una obra en constante proceso. Revelando precisamente este aspecto, se trajo al espacio expositivo todo un conjunto de experimentos, de objetos encontrados, maquetas o maquetas, cosas que tal vez aún no son escultura, o que son una promesa de la escultura, cosas sin nombre.» (Ángel de Sousa. Escultura, 2006, pág. 31)
Como señalan varios autores, la obra escultórica de Ángel de Sousa resulta de una comprensión ampliada de esta disciplina: «Si los primeros ensayos se revelan, en su experimentalismo, aún debido a una estirpe escultórica en los umbrales de la modernidad –Rodin o Brancusi, por ejemplo–, a partir de 1964, año en que se artista se dedica sistemáticamente a la labor escultórica, el lenguaje de los proyectos y piezas que aparecen está claramente explicado y difícilmente puede vincularse ni a una determinada influencia ni al “aire de la época”.» (“Diferencia y Repetición”, Newsletter. Fundación Calouste Gulbenkian, n.º 70, feb. 2006, p. 18)
En este sentido, para comprender la escultura de Ângelo es importante considerar la práctica en un campo ampliado, «ya sea geográfica, temporal o mentalmente». Más que presentar las esculturas del artista, el comisario pretendía «dar un vistazo» a su proceso: «Hacer visible el reverso de la obra, lo que origina, la causa o el lema, es sin embargo vital cuando tratamos de mostrar lo escultórico produccion de Ángel de Sousa.» (Ángel de Sousa. Escultura, 2006, pág. 31)
Experiencia en la carrera de Ángel de Sousa
De hecho, su práctica, a través de la experimentación, incorporó otros medios como la escultura, el dibujo, el cine o la fotografía. Su carrera estuvo marcada por constantes abandonos y retornos, tanto a las técnicas como a los temas que exploró. Hay, sin embargo, características que se han mantenido constantes, como la no utilización de la figuración, la economía de medios y formas, o el uso de la serie como medio para experimentar variaciones sobre un mismo tema o idea inicial, como ocurre con su esculturas de planchas de metal o planchas de metal dobladas y pintadas. “El movimiento inquieto de la película también aparece en la escultura, en metal, de los años 60 y 70 del siglo pasado (los “pequeños artilugios”, como los llama el autor, primero en acrílico y luego en aluminio), y la orgánica la calidad de las obras aparece en el uso del cuerpo en la fotografía y en los autorretratos”, como refiere Leonor Nazaré.
La carrera de Angelo de Sousa
Se dividió intensamente entre el arte -pintura, fotografía y escultura-, la investigación y la docencia. Nacido en Mozambique, pero desde los 17 años vive en Oporto. Entre 1955 y 1962 estudió pintura en la Escuela Superior de Bellas Artes de Porto, y de 1962 a 2000, año en que se retiró como profesor titular, enseñó en la misma escuela. En 1964 cofundó la Cooperativa Árvore, Oporto. Realizó su primera exposición en 1959, en la Galeria Divulgação, en Oporto, junto a Almada Negreiros. Entre 1967 y 1968, con una beca de la Fundación Calouste Gulbenkian y el British Council, asistió a la St. Martin's School of Art y la Slade School of Fine Art de Londres. En 1968 fundó, con Armando alves, Jorge Pinheiro Es José Rodrigues el grupo Os Quatro Vintes (llamado así porque todos terminaron la carrera con un puntaje máximo de 20), que permaneció activo hasta 1972. En 1977 fue uno de los artistas seleccionados por Ernesto de Sousa para participar en la exposición Alternativa Zero. Destaca su participación en la XIII Bienal de São Paulo, en 1975, donde recibió un premio internacional, y en la Bienal de Venecia en 1978. En 1993, la Fundación Serralves organizó una exposición antológica de su obra de pintura y dibujo y, en 2001, de su obra fotográfica y cinematográfica. En 2008, Ángel de Sousa representa a Portugal en la 11ª Exposición Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia, en colaboración con Eduardo Souto Moura. Además de la escultura pública creada para el 3er Simposio Internacional de Escultura Contemporánea en Santo Tirso, en 1996, en términos de arte público, la obra que creó para el atrio adyacente al edificio San José, en la Avenida da Boavista, Porto, en 2006.