En 2007, NASA TV lanzó una serie de vídeos llamada “Más allá de la luz” para educar al público sobre el trabajo de Chandra, su telescopio espacial que utilizaba luz de rayos X para, como lo expresó dramáticamente el narrador, “explorar las características más amenazantes y magnífico en el cosmos y revela lo que nuestros ojos no pueden”.
Quince años después, la NASA tiene un nuevo equipo multimillonario que orbita la Tierra, el Telescopio Espacial James Webb, y su producción mediática ha recibido una mejora considerable. Se revela una nueva experiencia psicodélica, cortesía de una colaboración con Artechouse, pionero en exposiciones inmersivas en múltiples lugares con la mejor tecnología de proyección de su clase.
"Beyond the Light", que se extenderá hasta el 31 de agosto, es producto de una extensa colaboración entre los técnicos audiovisuales de Artechouse y una variedad de expertos de la NASA, incluidos astrofísicos y aquellos de su propio estudio de visualización.
"Creemos que el arte, la ciencia y la tecnología pueden unirse para ofrecer una experiencia fascinante", afirmó Sandro Kereselidze, director creativo de Artechouse, en un comunicado. "Esta exposición toma ciencia y datos que ya existen y les da vida artísticamente como nunca antes se había hecho".
A estrela da exposição pode ser os deslumbrantes dados galácticos capturados pelo mais novo telescópio da NASA, muitos dos quais são apresentados num vídeo de 25 minutos (ou como Artechouse o chama, “uma jornada cinematográfica através de uma cativante interpretação audiovisual de como experimentamos a luz a lo largo del tiempo"). Pero la exposición también adopta un enfoque artístico sobre múltiples aspectos de las actividades cósmicas de la agencia estadounidense de 65 años.
Esto incluye los ciclos de la luna y la obsesión folclórica de la humanidad por nuestro vecino más cercano. Se explora cómo el mundo actual, dependiente de la tecnología, se vería afectado por una tormenta solar masiva, o el Evento Carrington, como lo conocen los científicos en referencia a la erupción solar de 1859. Respuesta breve: la infraestructura eléctrica colapsa y la gente sufre.