La Fundación Júlio Pomar, creado hace veinte años para almacenar y dar a conocer la obra del artista fallecido en 2018, cerrará a finales de año y dejará el patrimonio artístico al Atelier-Museu de Lisboa, según informó el presidente, Alexandre Pomar.
Contactado por la agencia Lusa, el hijo del artista, de 76 años, afirmó que lleva "acumulando responsabilidades y funciones" durante dos décadas, además de gestionar el patrimonio artístico valorado en cinco millones de euros, publicar libros y realizar exposiciones.
La noticia la informó el diario Público el viernes, en relación con una entrevista realizada en el marco del lanzamiento de un libro que Alexandre Pomar escribió sobre la obra de su padre, titulado "Júlio Pomar. Después del Nuevo Realismo”, de la editorial Guerra & Paz.
"Hay varias razones [para la extinción de la Fundación Júlio Pomar]. He estado a cargo [de la gestión] durante mucho tiempo y no fue posible encontrar administradores para continuar", dijo el presidente a Lusa, añadiendo que tiene intención de jubilarse y dejar el patrimonio artístico al Atelier-Museu, inaugurado en 2013 en el centro histórico de Lisboa.
Por otro lado, "la fundación ya tenía una escala muy pequeña", inicialmente todavía con un empleado y con el apoyo anual de Caixa Geral de Depósitos y la compañía de seguros Fidelidade, pero "con las restricciones financieras de la época de la 'troika' [cuando el país solicitó ayuda financiera externa] terminó por completo”, recordó.
La Fundación Júlio Pomar se creó en 2004 para aceptar donaciones de la obra del artista, lo que se produjo en diferentes momentos, en particular en 2014, cuando en vida el autor donó a la fundación que lleva su nombre unas 300 obras, entre pinturas, esculturas, dibujos y grabados. Este conjunto incluía, entre otros, los óleos "Mulheres na Lota", de 1951, "Ponte de D. Luiz", de 1962, "Estudo em Vermelho", de 1964, en acrílico y pastel sobre lienzo, "Mariza", de 2011, y "Fernando Pessoa e Alfredo Marceneiro", del mismo año.
En la fundación, que también organizó algunas exposiciones fuera de Lisboa, Alexandre Pomar publicó tres libros y gestionó los derechos de autor de su padre, uno de los artistas de referencia en la Historia del Arte portugués del siglo XX y principios del XXI.
"No teníamos forma de conectar la fundación con empresas y figuras políticas o financieras que pudieran estar interesadas en contribuir y dirigirla. Además, hay artistas con grandes fortunas, con obras públicas caras, pero Júlio Pomar [1926-2018] no era uno de esos y no tenía trabajos secundarios. Vivía únicamente de su trabajo como artista”, afirmó el presidente.
La fundación vendía obra gráfica, 'merchandising' variado y derechos de autor, pero los ingresos anuales "eran pequeños y no alcanzaban para tener una administración profesionalizada ni empleados", recordó Alexandre Pomar, subrayando que su trabajo "no tiene nada que ver con el Atelier-Museu, creado por intención del Ayuntamiento de Lisboa, que remunera a los empleados y a la dirección", con dirección propia, dirigida por la curadora Sara Antónia Matos.
El patrimonio artístico fruto de las donaciones de Júlio Pomar, propiedad de la viuda Tereza Martha y Alexandre Pomar, está valorada en unos cinco millones de euros, indicó. "Según los estatutos, lo que estaba previsto es que, cuando se extinga la fundación, la propiedad de las obras donadas pase al Atelier-Museu y a la cámara" de Lisboa, incluyendo la colección, el archivo de documentación, los catálogos, los recortes y el merchandising. '.
La expectativa de Alexandre Pomar es que "el Ayuntamiento de Lisboa mantenga su interés por el museo y por promover la obra de un artista que desempeñó un papel histórico en diferentes momentos", y que la entidad "continue su vida" como hasta ahora .
Júlio Pomar Recordó que el proyecto, que tardó más de diez años en concretarse, recibió el "apoyo de varios ejecutivos, de diversos colores políticos", en particular los alcaldes João Soares, Pedro Santana Lopes, Carmona Rodrigues y el propio António Costa.
FUENTE: culturaaominuto